¿Cómo redactar un contrato entre mánager y artista? ¿Cuáles son los aspectos legales a tener en cuenta en la representación artística? ¿Cómo debe negociar un representante de artistas? En este post explicamos los aspectos legales a tener en cuenta antes de firmar un contrato entre mánager y artista, todo ello de acuerdo a la normativa española.

El mánager es el representante del artista; será su imagen, voz, ojos y oídos en todos los casos en los que el representante da la cara por su representado. Cada relación entre mánager y artista es única y diferente. Lo recomendable es que exista total confianza, pero a medida que el tiempo avanza surgirán problemas y situaciones que deben ser resueltas con las reglas establecidas previamente por escrito. Por tanto, se deben negociar con calma todas las condiciones, para trasladarlas posteriormente al contrato de representación artística con un lenguaje jurídico.
 
Si buscamos en internet un modelo de contrato de management o representación artística encontraremos plantillas de documentos redactados conforme a la legislación de Estados Unidos o de otros países. Pero si un músico, actor, escritor, pintor, escultor, bailarín, director, productor, modelo,… pretende firmar un contrato con un mánager en España, no debería utilizar una plantilla genérica ya que posteriormente surgirán conflictos en la relación que el contrato no podrá solucionar adecuadamente.
 

Tipos de servicios como mánager

El contrato de management tiene como objeto principal la prestación de los servicios de representación artística por parte del mánager al artista. Esos servicios de management pueden incluir todos los aspectos de la carrera artística o limitarse a ciertas áreas, en cuyo caso el artista trabajaría con varios mánagers especializados.
 
En la práctica existen diferentes tipos de mánagers según los servicios que prestan a los artistas y en el contrato entre mánager y artista debe indicarse claramente las áreas de actuación incluidas:
  • Contratación con productores, empresas, espectáculos,… según la disciplina artística (por ejemplo, booker para conciertos en el caso de músicos, películas o series cuando hablamos de actores,…)
  • Asesoramiento y orientación de carrera
  • Asistencia personal y esfera privada
  • Prensa, relaciones públicas y comunicación
  • Derechos de imagen, marcas y patrocinios
Por ejemplo un músico consagrado podría tener un contrato con un mánager musical general, un agente discográfico, un booker para conciertos y actuaciones musicales, un tour mánager, road mánager, un jefe de prensa, un agente de derechos de imagen, asistente personal,…
 
En muchas ocasiones el mánager dispone de un equipo y se ofrece como oficina de representación para abarcar el abanico de servicios más amplio posible.

Funciones del mánager y obligaciones de las partes

Cuando se determinen las funciones y áreas de intervención del mánager debemos fijar también sus obligaciones contractuales. En efecto, si el mánager sólo se dedica a una faceta de la carrera artística de su representado las obligaciones estarán referidas a esa especialidad. Pero si hablamos de representación artística en sentido amplio, las obligaciones del mánager serán las propias de los servicios de orientación sobre la estrategia y desarrollo de la carrera artística, negociación de contratos, asistencia, asesoramiento,… El mayor o menor detalle a la hora de describir el alcance de estos servicios y obligaciones es muy importante, ya que ayudará a discernir cuándo existe o no incumplimiento de tales obligaciones.
Del mismo modo, también se deben incluir en el contrato las obligaciones del artista y su alcance. A nivel general, el artista está obligado a cumplir los compromisos artísticos que haya alcanzado su mánager, pero se pueden concretar con más detalle sus obligaciones en cuanto a dedicación, rigor profesional, puntualidad,…
El incumplimiento de las respectivas obligaciones puede causar a la otra parte una serie de daños y perjuicios, por lo que el contrato entre mánager y artista incluirá también el mecanismo de penalización e indemnizatorio.

Comisión del mánager

Un mánager suele cobrar un porcentaje sobre los ingresos que percibe el artista. Si hablamos de un mánager especializado solo en una parte de la carrera del artista, lógicamente habrá que delimitar en el contrato los conceptos sobre los cuales se aplica la comisión.
En la negociación del porcentaje del mánager intervendrán varios factores, pero especialmente dependerá, por un lado, de la trayectoria, fama y/o potencial del artista y, por otro lado, del prestigio y solvencia profesional del mánager. Un mánager consolidado exigirá un porcentaje muy alto a un artista emergente, de igual manera que un músico, actor, bailarín,… de fama y prestigio pagará comisiones menores ya que su volumen de ingresos bruto será alto.

Duración del contrato entre mánager y artista

En la normativa española o europea no existe un duración mínima o máxima para el contrato de representación artística. La media suele estar entre dos y cinco años. Si el mánager tiene la exclusividad y no se ha comprometido con muchas obligaciones le interesará una duración lo más amplia posible, mientras que el artista querrá negociar períodos cortos y/o revisables.
Lo ideal es condicionar los plazos de vigencia del contrato de management al cumplimiento de objetivos o hitos. Esto significa que si el mánager no cumple unas expectativas objetivas y definidas en el contrato (por ejemplo, conseguir un número mínimo de actuaciones durante el primer año) el contrato podrá ser resuelto a petición del artista; desde el otro lado se puede exigir una cláusula similar si el mánager está interesado en desvincularse de un artista que no alcance unos mínimos de éxito.
Además, deberá negociarse e incluirse una cláusula acerca del devengo de comisión a favor del mánager sobre ingresos obtenidos una vez finalizado pero que fueron conseguidos inicialmente gracias al trabajo del mánager.

Exclusividad entre mánager y artista

Para que un mánager pueda desarrollar adecuadamente su trabajo exigirá firmar una cláusula de exclusividad. Con ese acuerdo el representante artístico también busca una garantía para rentabilizar su esfuerzo e inversión en el desarrollo de la carrera de un artista, ya que mientras dure el contrato todo tendrá que pasar por su control y generar los oportunos honorarios a su favor. De todas formas, la exclusividad estará referida a las áreas de especialización que se hayan estipulado en el objeto del contrato.
El acuerdo de exclusividad puede tener ámbito universal o estar limitada a un territorio (nacional, europeo). Sin embargo, si hay que contratar servicios de management en terceros países lo normal es que se realice por la oficina de management inicial (estaríamos ante una exclusividad universal que permite la subcontratación posterior).

Gastos

Es muy importante estipular de manera clara los gastos que deben ser soportados por el artista y los que corresponden al mánager. Además, a la hora de calcular los honorarios del mánager es necesario determinar los gastos deducibles de los ingresos brutos resultando una cantidad sobre la cual aplicar el porcentaje de comisión.
En efecto, lo habitual es acordar que la comisión del mánager se determine sobre ingresos netos, descontando gastos de personal, de producción, impuestos, dietas, promoción,…
Por otro lado, recomendamos establecer por escrito el mecanismo para reintegrar al mánager los gastos adelantados por éste pero que corresponden al artista. 

Poder de representación

El mánager, como representante del artista que es, debe hablar y negociar en su nombre. En esa labor de representación será necesario obligar al artista frente a terceros, o sea, comprometerle a través de contratos y acuerdos frente a promotores, productores, empresarios de su sector, patrocinadores, prensa,…
Es razonable que en muchos casos el mánager exija al artista el otorgamiento de un poder notarial. Esto le permitirá representarlo con más agilidad y negociara con más seguridad. En ocasiones el alcance del poder es muy amplio, y por ello es conveniente estar bien asesorados antes de firmar ante notario para determinar los tipos de actos amparados por el poder así como establecer posibles límites de actuación.

Conclusión

Un contrato de representación de artistas bien redactado evita conflictos y problemas en el futuro, y permite centrarse en el desarrollo de la carrera artística sin perder tiempo y concentración en cuestiones legales. Se trata de una relación compleja y antes de negociar (y por supuesto firmar) un contrato entre mánager y artista es recomendable recurrir a asesoramiento profesional.vvv